Poco más de 5.000 comunidades de vecinos se han dado de alta en la tarifa de último recurso (TUR), creada ex profeso en octubre para dar cabida a este grupo de consumidores. El volumen de hogares acogidos a esta modalidad, que cuenta con una financiación millonaria de dinero público para contener el zarpazo de los precios sobre los hogares, está muy por debajo de las previsiones del sector. También del propio Gobierno, que en octubre —cuando la puso en marcha— auguraba una acogida masiva entre los 1,7 millones de propietarios que viven en un bloque de viviendas, casi uno de
La tarifa regulada de gas encalla en las comunidades de vecinos
02
Ene